Cuando
un adolescente se suicida, todo el mundo se ve afectado. Familiares, amigos,
compañeros, vecinos y a veces personas que ni siquiera conocían al adolescente
pueden experimentar sentimientos de dolor, confusión, culpa y la sensación de
que si hubieran hecho algo diferente, el suicidio se podría haber evitado.
Durante la adolescencia, etapa de desarrollo por la que atraviesa
todo individuo, se presentan en los jóvenes cambios difíciles que les
producen ansiedad y depresión hasta llegar, en
muchas ocasiones, a una tentativa de suicidio. Este intento plantea el problema de la depresión como
vivencia existencial y como una verdadera crisis de la adolescencia.
Todos los suicidios y
los intentos suicidas hablan de una crisis emocional, de una perturbación en la
forma en que se vive, de un desacuerdo social,
el suicidio comprende factores físicos, sociales y psicológicos.
Si un adolescente
dice yo me quiero matar o yo me voy a suicidar, es muy en serio y es necesario
llevarlo de inmediato a un profesional de la salud mental capacitado.
Puede ser muy útil el
preguntarle al joven si está deprimido o pensando en el suicidio. Esto no ha de
ponerle ideas en la cabeza, por el contrario, esto le indicará que hay alguien
que se preocupa por él y que le da la oportunidad de hablar acerca de sus
problemas.
El
suicidio afecta a todas las edades especialmente a los jóvenes y no diferencia clases sociales.
Puede ser masivo o personal, tanto en forma privada o pública este puede ser
evitado. El suicidio no es una solución a los problemas, es evitar los
problemas y dejarlos sin solución.
Propuesta
La familia o adolescentes deberán buscar ayuda
terapéutica y grupos de apoyo que pueden
proporcionarle una gran ayuda para que se dé cuenta que no está solo, incentivar
a los jóvenes con charlas sobre como apreciar su vida y aprovechar su tiempo para que pueden disfrutar de su
adolescencia sanamente.
Neyva Raquel
Echeverría Bonilla
200615989
Grupo # 7
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