En los últimos meses, los medios de comunicación han
presentado casos sobre el acoso o violencia escolar, más conocido como
Bullying. Se define como el maltrato escolar sistemático a otros
estudiantes mediante el abuso de fuerza, autoridad o superioridad social o
intelectual, también es definido como maltrato entre iguales. Se conocen tres formas de maltrato escolar: verbal,
físico y relacional.
La agresión física se manifiesta en ataques como patadas,
empujones, escupidas, tirones de pelo, bajarles los pantalones, incluso
encerrar a los compañeros en el baño o meterles la cabeza en el inodoro. La
agresión verbal se caracteriza por insultos, burlas acerca de diferencias,
defectos o impedimentos de otros estudiantes y el acoso relacional que se
refiere a la discriminación y exclusión de compañeros, esto porque no poseen
las mismas características de la persona o grupo agresor o bien por su
situación económica.
Lo cierto es que el bullying no es un problema reciente, ha
estado presente en nuestra sociedad desde hace mucho tiempo atrás, pero no se
le había dado la importancia necesaria, pues hasta hace algunas décadas era
considerado como un comportamiento “normal o común” entre los escolares, pero
se desconocía cómo y en qué medida podía afectar este problema a nuestros niños,
niñas y adolescentes. Sin embargo, el incremento de suicidios y homicidios por
causa del acoso escolar ha generado que se le preste más atención a este
fenómeno.
Mucho se habla de la responsabilidad de los padres de familia
en formar una autoestima sana en sus hijos e inculcarles valores pro-sociales
como la tolerancia y el respeto, pero no se piensa en el rol que el personal de
los centros educativos debe desempeñar en la prevención del Bullying, por lo
que cabe hacernos la pregunta ¿Qué están haciendo los centros educativos para
erradicar este problema social?
Las acciones que el personal administrativo implemente en los
centros educativos inciden fuertemente en la prevención o disminución de este
problema. Es necesario que los/as directores/as y maestros/as conozcan sobre el
tema, pero que también estén conscientes de las causas, consecuencias y efectos
en los niños, niñas y adolescentes escolares. De manera que, controlen, vigilen
permanentemente el comportamiento y actitud de sus alumnos con el resto de
estudiantes para identificar conductas agresivas.
Para esto, se considera indispensable que
los centros educativos implementen programas anti-bullying, donde se capacite a
los docentes sobre el tema para que puedan orientar y acompañar a los padres de
familia y estudiantes en los casos detectados, asimismo que impartan charlas a
los alumnos donde se concientice a los estudiantes sobre este tema, desarrollen
talleres para fortalecer su autoestima, valores, el compañerismo y fomenten
actividades donde compartan con sus compañeros de colegio o escuela.
Además, deben crear estrategias para
atender de forma rápida los casos que detecten. Estas acciones funcionarán según
la disciplina que se maneje en el salón de clases y en la escuela o colegio,
pero será fundamental el compromiso que adquiera el personal administrativo de
los centros educativos.
Lesni Siomara Barrios y Barrios
Carné No. 200918149
Grupo No. 6
Carné No. 200918149
Grupo No. 6
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