ACASO
ES... ¿UNA MUERTE VOLUNTARIA?
“Todo
hombre tiene derecho a ser feliz”
(Aristóteles)
R
|
ecordando
una expresión de un gran célebre filósofo, me he detenido a reflexionar
¿qué tanta certeza tiene este frase, en nuestro modo de vivir actual? Por una
parte será que el término abstracto llamado felicidad, aplicaría ante aquellas
situaciones adversas que cómo seres humanos nos toca vivir ó más bien, nosotros como personas aún no
hemos perfeccionado la capacidad de situar al frente de la dificultad, la
búsqueda de una solución...
Por el otro lado, es importante resaltar que lastimosamente en
nuestro país el cumplimiento de los
derechos humanos citados en la Carta Magna, no se aplican justamente en muchas personas.
Nuestro contexto actual, está determinado
por un sinfín de problemas que no distingue
edad, sexo, cultura, posición económica
– social, pero que llegan a tener
consecuencias a nivel social y sobre todo a nivel personal, siendo éste último
el punto a donde quiero llegar; en cada persona las dificultades se presentan
de diferente forma y magnitud, sin embargo todas estas circunstancias solo logran
provocar en la persona perturbaciones a su estado de ánimo, hasta llegar al punto de no encontrar los
medios y recursos necesarios para solucionar el inconveniente que se presenta
en nuestra vida, quizás muchos de nosotros entre palabrerías hemos dicho o
pensado un “me quiero morir”, “no vale la pena mi vida”, entre otras. Pero existen muchas
personas que sí, se han tomado muy en serio
buscar esa “salida rápida”, es decir, provocándose intencionadamente su
propia muerte.
En nuestro país, Guatemala, se ha ido elevando
el número de personas que se suicidan, dándose mayormente en los jóvenes o
adultos jóvenes, quienes han alcanzado un estado de salud mental crítico, prefiriendo
quitarse su vida ante cualquier causa que les genera sufrimiento, buscando la
muerte con un disparo, ahorcándose, tirándose al vacío o intoxicándose.
En base a noticias publicadas, las causas
que mayormente generan el suicidio, son las de: tipo económico, por violencia
intrafamiliar, sentimentales y la más actual por el determinado bullying, todas
éstas, entran dentro de la clasificación que realiza Durkheim, respecto al
suicido altruista, ya que el individuo se da muerte de acuerdo con los
imperativos sociales y ni siquiera piensa en reivindicar su derecho a la vida.
Como seres humanos, nos es difícil,
entender el modo que tiene cada persona de pensar, sentir y ver las cosas, es
por eso mismo que las relaciones interpersonales se dificultan o ¿no?... quizás
la causa no sea el problema, sino más bien, los sentimientos que se apoderan de
nuestra mente como: impotencia, desesperación o culpabilidad al no saber que
hacer y más aún, es difícil salir o superar la situación cuando la persona ha
entrado ya en depresión, pero no aún imposible.
También es importante destacar la otra
cara de la moneda, es decir, la familia
o gente que aprecia al individuo/a, según información bibliográfica, los
parientes de los suicidas tienen un riesgo más elevado de padecer tendencias al
respecto, sin duda alguna no es fácil aceptar una muerte inesperada.
A mi juicio, no hay solución para el
problema que lo causa, pero sí, a través de detectar las fases que conlleva a un suicidio, que son:
ideación suicida, amenaza suicida, plan suicida y el acto liberador de morir;
pueden tomarse varias medidas para lograr reducir el riesgo, como lo es:
Fortalecimiento de la autoestima en la
persona, reconociendo sus capacidades como limitantes.
Buscar y aceptar el apoyo profesional para tratar las
diversas series emocionales o trastornos mentales que presentemos.
Brindar un seguimiento psiquiátrico a personas que ya han cometido intentos de
suicidio, e incluso a la familia o personas involucradas en la causa.
Por tanto dejo a su criterio, lo siguiente, este acto de
quitarse la vida responde al concepto
del mismo de ser voluntario o más bien es nuestro propio contexto el que no
hace tomar estas decisiones. Para culminar comparto con ustedes una
pequeña incógnita: ¿alguien nos ha
dicho, que la vida en este mundo sería fácil?; lo más importante es, aplicar un
principio que resalta en nuestra profesión “no juzgar, no condenar”, creo que
ninguno de nosotros estamos en la condición de calificar si este acto es bueno
o malo, como señalaría la expresión “hasta no estar en el zapato del otro”....!!!
ANDREA MERARY MENDOZA HERNÁNDEZ
CARNÉ NO: 200910788
GRUPO NO. 4.
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